sábado, 3 de octubre de 2009

Si la cosa no funciona


Boris Yelnikoff, un tipo excéntrico misántropo, hipocondríaco y neurótico (aunque encantador a su manera), es el protagonista de la última película de Woody Allen.
Se titula: “Si la cosa no funciona”.
Repasando los nombres del reparto, y viendo que esta vez, el conocido director no aparece en la película, es fácil adivinar que Boris es Woody.
El elegido para dar vida a su “alter ego” ha sido Larry David, quien despeja todas las posibles dudas que su interpretación podía suscitar en el impresionante monólogo con el que la película arranca.
Este tipo, extremadamente inteligente, asocial y con una sombrosa agilidad mental, se cruza sin quererlo con Melody Celestine, una ingenua e inexperta joven del sur, que se ha escapado de casa para vivir en la ciudad que nunca duerme.
Cualquiera que conozca a Allen no necesita que le adelanten nada sobre los ácidos diálogos y las cómicas situaciones que se desarrollan entre el autoproclamado genio, que “casi” ganó un Nobel en ¿mecánica cuántica?, y la señorita “América profunda” a la que no tiene más remedio que acoger en su piso. Aunque ya nos imaginemos por dónde va a ir el director, es maravilloso reencontrarse con él de esta manera, en su ciudad, con un personaje cuidado y unas situaciones ingeniosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario